domingo, 17 de junio de 2012

Never lose hope.

Ahora sé que el amor tan sólo se trata de una cadena de infortunios. El amor parece que nunca llega, y que nunca va a llegar. Te hace pensar que quizá no te merezcas ser amado, que quizá tu forma de ser no es la adecuada para que la gente esté a gusto a tu lado, para que haya alguien que sólo quiera verte a ti a su lado, para que tú seas única para él. Te ves rodeada de parejas llenas de amor y felicidad y piensas que nunca te verás así. Te basas en tu experiencia, en cómo cada vez que sientes algo por alguien, te caes en pedazos, te derrumbas, te quemas por dentro. Llegas a pensar que nunca conseguirás aquello que quieres, que siempre habrá otra mejor que tú para ellos y que quizá tus sueños rosas sobre el amor nunca lleguen a cumplirse. 
Pero también piensas en que si no estuvieras hecha para ser amada, tampoco lo estarías para tener a tu lado tanta gente a la que le importas. Si ellos están contigo, quizá es porque tu forma de ser es agradable, porque están bien contigo, y tú lo estás con ellos. Quizá contigo sienten que pueden caminar tranquilos porque cuando las cosas se pongan feas estarás ahí, al igual que tú sabes que ellos lo estarán si te ocurre a ti. Por ello, ahora estás desubicada, no sabes que pensar, buscas y no encuentras la explicación para esta cadena de infortunios en la que te encuentras. Si el amor tiene que llamar a tu puerta, quizá tenga mal la dirección, porque está claro que al menos una vez, te mereces un cuento de hadas. 
Ahora más que nunca es cuando te tienes que aferrar a tus sueños, y no abandonarlos, pase lo que pase. Cuando el ánimo está caído, entonces, es cuando tienes que ser fuerte. 
Más vale tarde que nunca, así que, Never lose hope, que con Faith, trust, and pixie dust, todo será posible.

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