miércoles, 8 de febrero de 2012

Siete.


Debo pedirte perdón... sé que probablemente no leerás esto, pero quiero decir que siento mucho no haber confiado en ti como amiga. Si estamos así no es por tu culpa únicamente, debo reconocer mi parte de culpa, que no es poca. Hace tiempo deje de comportarme como una amiga y eso es lo peor que se puede hacer. Ayer, pensando, llegué a la conclusión de que la amistad es lo mejor que tenemos, y hay que valorarla. Eres mi amiga, y yo la tuya, no puedo pedir que me trates como a tal sino me comporto como una amiga. Era mucho mejor pensar que simplemente no te ganabas que me comportara como una amiga, pero simplemente estaba cegada por el rencor y no podía ver que lo estabas haciendo. Todos cometemos errores, tú los tuyos, yo los míos. Los amigos cuando perdonan, perdonan de verdad y eso implica no tener en cuenta el pasado, los fallos perdonados no se deben volver a sacar, es como coser una herida y volverla a abrir por intención propia. 
Pensaba contarte mi secreto cuando te lo ganaras, ahora sé que ese momento había llegado y simplemente no quería reconocerlo. 
Una vez más te pido perdón, y te digo que las cosas van a cambiar, ahora sí vas a tener a una amiga para siempre. Te quiero.

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